lunes, 30 de junio de 2014

De vuelta con un mueble


Este resultó bastante simple y casi no tuve complicaciones. La mayor parte del trabajo fue, obviamente, obtener las medidas, dado que me cambiaron el diseño del mueble una decena de veces e incluso una vez terminado había cosas que no quedaron como mi hermanito querido quería, jajaja.
Una vez obtenidas las medidas de cada placa de mdf de 18 mm, lo único que tuve que hacer fue pedirlas en easy, que ya te las venden cortadas y tienen un margen de error de solo + - 1 mm, así que en eso practicamente no hubo problema.

Luego procedimos a presentarlo para ver que las placas tuvieran todas las medidas correspondientes y no nos apareciera un problema a mitad del armado.
Una vez conformes con la presentación del mueble, lo comenzamos a ensamblar. Para esto utilizamos unas prensas angulares para sujetar las placas a 90° unas con las otras, y simplemente las agujereamos con unas mechas finitas, para que al colocar los tornillos estos no hicieran tanta fuerza. Acá fue donde tuvimos el primer problema, el agujero resultó ser muy amplio y le quitó rigidez al mueble, esto lo solucionamos colocándole tornillos apenas más gruesos para que hicieran más presión, y de esta manera el mueble duplicó facilmente la estabilidad.

Cuando lo tuvimos armado y vimos que todo estaba donde tenía que estar, le fui sacando los tornillos de a uno para hacerles un agujero para la cabeza de los tornillos, para que así quedaran empotrados en la madera, y una vez pintado el mueble estos no se vieran.

Solo faltaba el color, así que lo desarmamos para pintarlo, trabajo que hizo mi hermano con mi cuñada, y nada más. Le dieron una base a toda la estructura para que agarre mejor la pintura, y pintaron una parte de blanco y otra con símil madera, a pesar de que no le tenía mucha fe al símil madera, quedo bastante bueno.
Una vez armado pintaron los cantos y voi la, mueble terminado.


Una semana después de llevarles el mueble conseguí la fresa para colocar las bisagras cazoleta de 35 mm y acá fue donde tuve el segundo problema. Se suponía que la bisagra tenía que ir colocada a 1 pulgada del borde de la puerta, pero en una de las colocaciones se ve que se me movió la fresa y no quedo a 1 pulgada, pero de esto me dí cuenta recién cuando quise colocar la puerta, si bien cerraba y quedaba bien, quedaba a 1 mm más o menos del mueble, pero por suerte solo se nota mirando desde arriba del mueble, así que quedamos bastante conformes con el resultado finál....







lunes, 2 de junio de 2014

Incursionando en lo didáctico 2/2

Y habiéndole dado el cuerpo, solo nos queda darle un poco de vida por medio del color.
Para esto lo que hice fue darle una mano de gesso acrílico a toda la estructura salvo las patas que las pinté de negro directamente sobre la madera, para que se vean las vetas y los detalles de la madera. Además sirvió para resaltar aun más los colores.
Una vez todo pintado con el gesso, elegí los colores para pintar todo sin que se toquen los mismos colores en ningún lado. Lamentablemente me olvidé de lijarlo, pero igual no quedo para nada áspero.
La mayoría de los colores necesitaron solo dos manos, salvo el amarillo y el verde que quedaban muy desprolijos así que les dí una tercer mano.
Las piezas chiquitas, las de encastre y los tubos del banco de descarga los pintamos a pincel por una cuestión de practicidad .
Por último el martillo lo dejé sin pintar para que le de un toque aún más a algo casero.
Lamentablemente no tuve tiempo de barnizar nada, sino hubiese quedado más protegido.